El masaje infantil es una estupenda manera de conectarnos con nuestro bebé, ya que se puede realizar diariamente, en familia o cuando lo consideremos necesario.
Es una fabulosa manera de acariciar al bebé y al mismo tiempo brindarle una serie de beneficios que a fin de cuentas, también serán un beneficio para mami. En este artículo te explicaremos de qué se trata el masaje infantil y además te diremos como debes realizarlo.
¿Qué es el masaje infantil?
El masaje infantil puede ser considerado el arte de hacerles caricias a nuestros bebés que además le brindarán beneficios físicos y psicológicos y permitirán establecer una mayor conexión entre mamá o papá y su bebé, consolidando su vínculo afectivo.
Durante este masaje, el amor de los padres hacia su bebé es transmitido por medio del tacto, las miradas y sonrisas que suceden mientras se realiza, creando una experiencia única en donde se facilitan aspectos como la confianza, la comunicación e incluso la intimidad entre los padres y el bebé.
Este masaje nos permite conocer mejor el lenguaje corporal de nuestro bebé, permitiendo establecer una mejor comunicación con él antes de que desarrolle su lenguaje verbal.
El masaje se puede realizar en el abdomen, bracitos y piernitas del bebé, pecho, cabeza, manos e incluso cara, finalizando en la espalda; pero esto te lo explicaremos más adelante.
Beneficios del masaje infantil
Además de la mezcla de sensaciones, sentimientos y vínculos que se crean durante el masaje, existe una serie de beneficios físicos y psicológicos para el bebé.
Mejora y fortalece los vínculos afectivos
Cuando realizamos un masaje a nuestro bebé, nos conectamos más a él por medio del tacto, las caricias, los estímulos por medio del olor y sonidos, incluso las miradas y las sonrisas, permiten que ese vínculo afectivo se incremente y cree una atmósfera de intimidad con nuestro bebé.
Relajación
Por medio del masaje estimulamos el sistema nervioso autónomo, por lo que el bebé libera la tensión. De hecho, se ha demostrado por medio de estudios que el masaje no solo relaja a quien recibe el masaje sino también a quien lo realiza.
Mejora el sistema digestivo
El masaje contribuye a la regulación y maduración del sistema digestivo, disminuyendo los molestos cólicos e incluso los gases y el estreñimiento.
Refuerza el sistema inmunológico
La sensación de relajación y tranquilidad del bebe, ayuda a fortalecer su sistema inmunológico lo que lo hace menos susceptible a enfermarse.
Mejora el sistema respiratorio
Por medio del masaje movilizamos las secreciones del niño y ayudamos a eliminarlas. Además se fortalecen sus pulmones y le permite tener una respiración más profunda.
Fortalece el sistema muscular
Los masajes además de relajar al bebé, también permiten que sus músculos se tonifiquen, mejor la elasticidad de la piel y flexibilidad de los músculos y los ayuda a manejar el estímulo sensorial.
Mejoras psicológicas
Aunque sea difícil de creer, los bebés también experimentan sentimientos como el miedo, soledad e incluso estrés y por medio del masaje todos estos sentimientos se reducen.
Mejora la comunicación con nuestro bebé
Durante el masaje, aprendemos a conocer mejor el lenguaje corporal del bebé, lo que brinda una mejor comunicación con los papas.
Una vez conocidos todos estos beneficios del masaje infantil, nos sentimos motivados y entusiasmados por vivir esta experiencia con nuestro bebé, así que te indicaremos como hacerlo.
¿Cómo debo realizarle un masaje a mi bebé?
El masaje para tu bebé cumple con ciertos parámetros, sin embargo, el instinto materno (o paterno) te guiará mejor que cualquier curso o seminario. Puedes empezar a realizarlo desde su primer día de vida, hasta que lo consideres necesario.
Es importante que una vez inicies con los masajes, se adquiera una rutina diaria, es decir, que se haga siempre antes o después del baño o antes de dormir, para que el bebé lo asocie con una experiencia agradable, además debe realizarse en una zona con ambiente cálido ya que el bebé estará desnudo y no debe exponerse al frío. Además se puede ambientar con música de fondo que les permita a ambos interaccionar en un ambiente más ameno y agradable.
La idea del masaje es relajar al bebé y tener una experiencia agradable, por lo que tú también debes encontrarte relajada/o, para que las energías positivas fluyan entre ambos y se conecten con mayor facilidad.
Busca un lugar cómodo para ti y tú bebe, puede ser sobre la cama, en una colchoneta, puedes usar almohadones, etc. Lo importante es que se encuentren en un lugar donde el bebé no tenga riesgo de sufrir una caída. Debemos recordar que mientras estén más grandes, más inquietos se vuelven.
Una vez estén en el lugar ideal, ubícate frente a tu bebé, de manera que se puedan comunicar visualmente y con la crema o aceite que comúnmente utilizas para hidratarlo, inicia el masaje.